
La inteligencia Artificial en Wimbledon: revolución en la cancha
Wimbledon es sinónimo de tradición: césped impoluto, códigos de vestimenta blancos, fresas con nata… Por eso, cuando oí hablar que aplicarían inteligencia artificial en Wimbledon, en pleno All England Club, casi se me cayó la mandíbula. ¿IA y Wimbledon en la misma frase? Pues sí, y está sucediendo ahora mismo, gracias a IBM Watson X.
Como marketer entusiasta de la tecnología, no puedo resistirme a contarte cómo este torneo de 148 años está abrazando la IA y lo que eso significa para el futuro del marketing en eventos.
Juego, set y datos: la IA se cuela en la cancha
El legendario campeonato de Wimbledon lleva unos años incorporando herramientas de IA para enriquecer la experiencia de sus fans. De la mano de IBM, su socio tecnológico, han lanzado varias innovaciones que quizá ya hayas notado si sigues el torneo por la app o la web oficial. Te resumo las principales aplicaciones de IA que están revolucionando Wimbledon:
Comentarios generados por IA:
Desde 2023, Wimbledon ofrece comentarios de audio automatizados en los vídeos de mejores momentos de cada partido. Una IA entrenada en el lenguaje tenístico narra las jugadas clave, con frases variadas y contextuales. Logrando que incluso los partidos de canchas secundarias ―tradicionalmente sin narrador humano― tengan su propio highlight comentado. Esta función es un paso para llevar comentarios a más encuentros, más allá de las pistas centrales. Haciendo los resúmenes mucho más amenos e informativos para el espectador digital.
Análisis predictivo del cuadro:
También en 2023 debutó el IBM AI Draw Analysis, que analiza el cuadro del torneo con IA para evaluar qué tan favorable es el camino de cada jugador hacia la final. Básicamente, genera una nueva estadística que tiene en cuenta el historial contra posibles rivales y otros factores más allá del ranking.
¿El objetivo? Destapar posibles sorpresas y dar de qué hablar entre los aficionados, aportando información que normalmente pasaría desapercibida. Más datos = más conversación. Y ya sabemos que un fan informado es un fan más enganchado.
Resúmenes personalizados “Catch Me Up”:
En 2024 dieron otro salto introduciendo Catch Me Up, una función impulsada por IA generativa (usando modelos IBM watsonx) que te mantiene al día de lo que hacen tus jugadores favoritos. Imagina entrar a la app y, antes de un partido, leer un análisis con el rendimiento reciente de los tenistas, sus probabilidades de victoria, y luego, al terminar, recibir un resumen con las estadísticas clave y los mejores momentos del encuentro. Todo redactado por IA con el estilo de Wimbledon (supervisado por el equipo editorial, eso sí) y personalizado según tus intereses. Incluso genera resúmenes diarios más extensos para que no te pierdas nada importante.
¿Lo mejor? Esta inteligencia artificial en Wimbledon permite cubrir muchos más partidos de los que humanamente se podían cubrir, incluyendo por primera vez los encuentros de silla de ruedas, ampliando el contenido para la audiencia global del torneo. Un win-win: los fans reciben más contenido y el torneo amplía su alcance.
Asistente virtual “Match Chat”:
Llegamos a 2025 y la cosa se pone aún más interactiva. Wimbledon estrenó Match Chat, un asistente virtual con IA generativa disponible en la app y web que responde preguntas en tiempo real durante los partidos en vivo.
Los aficionados pueden preguntarle desde “¿Quién ha logrado más aces en este partido?” hasta “¿Quién está jugando mejor en el segundo set?”, y la IA contesta al instante con datos y análisis contextuales.
¿Te imaginas? Es como tener a un comentarista/estadístico personal a tu disposición. Match Chat utiliza modelos de lenguaje entrenados específicamente en el estilo de Wimbledon y el argot tenístico, para que las respuestas suenen naturales y útiles. Esta herramienta lleva la interacción a otro nivel: el espectador ya no es pasivo, ahora conversa con el partido.
Predicciones en vivo “Likelihood to Win”:
Otra novedad de 2025 fue la mejora de la función de probabilidad de victoria en tiempo real.
A lo largo de cada juego, la pantalla ahora muestra un porcentaje dinámico de quién tiene más chances de ganar el partido, recalculado al momento según lo que ocurre en la cancha. Detrás hay un análisis de IA que combina estadísticas de los jugadores, opiniones de expertos y hasta el momentum del partido. Si eres de los que les gusta jugar a adivinar resultados, esto te tendrá pegado a la pantalla.
Además de ser entretenido, esta inteligencia artificial en Wimbledon, añade contexto: un quiebre de servicio temprano puede hacer que las probabilidades den un vuelco, y entender eso en directo hace la experiencia más emocionante y educativa para el fan.
La IA no solo está mejorando la experiencia digital, ¡también está tomando decisiones en la cancha!
En la edición 2025, Wimbledon prescindió completamente de los jueces de línea humanos por primera vez en su historia, reemplazándolos por un sistema automatizado de cámaras y algoritmos de visión que determinan al instante si una pelota es dentro o fuera. Esta tecnología, similar al conocido Hawk-Eye, canta las decisiones a través de altavoces ubicados en las pistas. La organización afirmó que la motivación no fue ahorrar costes, sino ofrecer la señal más precisa y consistente posible en cada punto. Ahora, las míticas voces de “Out!” vienen de una IA.
Por supuesto, una medida así divide opiniones: muchos celebran la precisión milimétrica, pero otros sienten que “se ha perdido algo al no tener los jueces de línea allí” en la pista, ese toque humano y tradicional. Incluso hubo protestas pintorescas, con un par de jóvenes disfrazados de jueces de línea portando carteles de “La IA me quitó mi trabajo” frente a la entrada del club. ¡Vaya forma de recordar que cada innovación trae sus debates!
Aun con las críticas, Wimbledon se une a la tendencia de otros torneos que ya habían probado el arbitraje automatizado, y lo lleva al extremo de eliminar por completo la intervención humana en esas decisiones. La conclusión es clara: la tecnología llegó para quedarse en el deporte, incluso en los rincones más tradicionales.
Del tenis a otros eventos: un vistazo al futuro cercano
Todo esto suena increíble, ¿verdad? Pero aquí viene la gran pregunta: si se está logrando todo esto con inteligencia artificial en Wimbledon, ¿qué impide que otros eventos hagan lo mismo?
La respuesta corta es nada, y de hecho ya estamos viendo los primeros pasos en otros lados. Veamos algunas posibilidades:
Otros torneos deportivos:
El ejemplo de inteligencia artificial en Wimbledon sin duda pone presión (y ganas) a otras competiciones para innovar. Piensa en torneos de tenis como el US Open o Roland Garros, que probablemente seguirán incorporando comentaristas automáticos o chats interactivos similares para sus fans. De hecho, los cuatro Grand Slams llevan años compitiendo también en el terreno digital.
No solo tenis: en fútbol, imagina un Mundial donde una IA genere resúmenes personalizados de cada partido para los hinchas, o comente jugadas en varios idiomas al instante para la audiencia global. En básquet, baloncesto, Fórmula 1… cualquier deporte con estadísticas abundantes puede aprovechar IA para enriquecer la retransmisión.
Los fans más jóvenes, nativos digitales, ya casi esperan este nivel de interacción.
Un dato: más de la mitad de los aficionados al tenis cree que la IA tendrá un impacto positivo en el deporte, y valoran especialmente las actualizaciones en tiempo real y el contenido personalizado que estas herramientas ofrecen. Es decir, hay apetito por estas innovaciones. Si quieres atraer y retener público en 2025, tendrás que ponerte creativo con la tecnología.
Entretenimiento y eventos en vivo:
No solo el deporte puede beneficiarse. Imagina festivales de música o conciertos en los que un asistente virtual te responda curiosidades del artista mientras esperas, o te recomiende a qué escenario ir según tus gustos (¡y que luego te envíe un resumen de lo mejor del show que te perdiste!).
O convenciones y ferias donde la IA te guíe entre stands, responda preguntas sobre la agenda, e incluso cree contenidos destacados de las charlas para quienes no pudieron asistir a todo.
La IA generativa podría elaborar crónicas diarias de un festival cultural, resúmenes de una jornada olímpica personalizados por país, o videos con los mejores momentos de un eSport para compartir en redes minutos después de ocurrir.
Todas estas aplicaciones toman inspiración directa de lo que ya hemos visto con la inteligencia artificial en Wimbledon, solo que adaptadas a otros contextos. La barrera de entrada cada vez es más baja: muchas de estas tecnologías están disponibles en plataformas abiertas o mediante socios tecnológicos, listas para que cualquier organizador las adopte.
Medios y retransmisiones:
Los broadcasters tradicionales también están tomando nota. Por un lado, medios deportivos han empezado a usar IA para generar automáticamente crónicas breves de partidos (cuando el presupuesto no da para tener un periodista en cada juego de tercera división, un bot puede escribir la nota a partir de la estadística).
Pero además, los comentarios como los de la inteligencia artificial en Wimbledon podría ofrecer narraciones alternativas: por ejemplo, comentar un partido con tono humorístico, o con enfoque táctico avanzado, según el perfil del espectador. Incluso se podría personalizar la publicidad en las pausas para cada usuario gracias a la inteligencia artificial (un fan que siempre sigue a cierto jugador podría ver un anuncio relacionado con él, mientras otro recibe un anuncio diferente). Las posibilidades son enormes cuando la emisión se vuelve inteligente y modular.
En definitiva, Wimbledon ha sido un laboratorio en vivo de cómo la IA puede integrarse en eventos de gran escala. Y algo me dice que este es solo el comienzo. Los resultados hasta ahora han sido positivos: según encuestas globales, el 55% de los fans cree que la IA mejora su experiencia deportiva, priorizando esas novedades que hemos comentado. Cuando la tecnología aporta valor real (más info, más interacción, más comodidad), el público la abraza encantado.
Impacto en marketing: cuando la experiencia lo es todo
Todo esto no va solo de tenis o de tecnología por amor al arte. Detrás hay una estrategia de marketing potente: mejorar la experiencia del aficionado para fortalecer la marca y generar nuevas oportunidades de negocio. Como especialista en marketing digital, veo varias lecciones claras que la inteligencia artificial en Wimbledon nos deja sobre su uso en eventos y marcas:
Engagement multiplicado:
Cada funcionalidad de IA que se ha introducido busca profundizar la conexión del público con el evento. ¿Qué logra Wimbledon ofreciendo comentarios de IA, chats en vivo, predicciones y resúmenes personalizados? Que más aficionados usen sus plataformas oficiales por más tiempo. Esto significa más ojos en la app/web del torneo (y no en la competencia), más interacciones, más datos valiosos sobre lo que interesa a la gente.
Usama Al-Qassab, director de Marketing del All England Club, lo dijo claramente:
«Las nuevas funciones animan a la audiencia a sumergirse y participar en la acción del torneo como nunca antes.»
Y un fan más inmerso es un fan más leal, más propenso a consumir contenido, a comprar merchandising, a compartir en redes sociales su pasión… en resumen, es el sueño de cualquier marketer deportivo.
La tecnología de IBM con la inteligencia artificial en Wimbledon ha demostrado que las experiencias digitales innovadoras pueden hacer crecer la audiencia de un evento tradicional, atrayendo especialmente a públicos jóvenes y globales. Al final del día, más audiencia y más engagement se traducen en mayor valor para patrocinadores y mayores ingresos potenciales.
Personalización = relevancia:
En marketing repetimos mucho eso de «contenido correcto, persona correcta, momento correcto«. Pues aquí lo estamos viendo en acción.
La IA permite entregar información a medida de cada fan:
- si solo te interesa tu jugador favorito, Catch Me Up te sirve justo esa porción del torneo que te importa.
- Si estás perdido sobre qué pasó en el día, te genera un resumen diario.
- Si quieres profundizar, le preguntas al Match Chat.
Esta personalización masiva sería imposible solo con humanos, pero con IA se escala fácilmente. ¿El resultado? El usuario siente que la experiencia gira en torno a él, que el evento le habla directamente. Y cuando algo nos resulta relevante y útil, lo valoramos más.
En términos de marketing, esto eleva la satisfacción y la probabilidad de que el fan repita al año siguiente, recomiende la experiencia o se registre en servicios asociados. Wimbledon está convirtiendo espectadores casuales en fans comprometidos gracias a contenidos hechos casi a la carta.
Nuevos activos patrocinables:
Este punto me parece interesantísimo. Cada nueva herramienta digital abre la puerta a patrocinios específicos.
Piensa en Match Chat – no me extrañaría que pronto tenga un “pregunta patrocinada por [marca X]”, o que Catch Me Up venga con “resúmenes presentados por [patrocinador]”. Son espacios premium para marcas que quieren asociarse con la innovación y con la atención del fan en momentos clave (justo cuando revisas las stats de tu ídolo o haces una pregunta curiosa, aparece el mensaje de la marca).
Además, toda la data recopilada (siempre de forma respetuosa con privacidad, claro) sobre qué preguntas hacen los fans, qué jugadores siguen, etc., permite afinar ofertas de marketing: desde promociones personalizadas en la tienda de Wimbledon (¿fan de Federer? descuento en su camiseta) hasta campañas segmentadas después del evento.
La IA, al nutrir de contenido y recopilar insights, se convierte en un motor para monetizar mejor el evento. Y ojo, que esto aplica a cualquier empresa: si organizas un evento o tienes una plataforma digital, incorporar IA puede darte más inventario para patrocinadores y más conocimiento para vender mejor tu producto.
Innovación + tradición = storytelling potente:
Wimbledon nos enseña también algo sobre imagen de marca. ¿Cómo modernizas una institución tan tradicional sin alienar a nadie?
Haciéndolo de forma gradual, explicando el porqué de cada cambio y manteniendo respeto por la esencia.
Han dejado claro que la IA no se mete porque sí, sino para “proporcionar la experiencia más efectiva posible” y evolucionar el torneo sin perder su alma. Incluso involucraron al público con encuestas, viendo que una mayoría percibe positivamente la tecnología en el deporte.
El mensaje de marketing implícito es brillante: Wimbledon es innovación y tradición a la vez.
Esto atrae a nuevos aficionados curiosos por la tecnología, sin espantar (demasiado) a los puristas. Para otras marcas, la lección es que introducir IA u otras novedades puede ser una oportunidad de relanzar tu storytelling: contar cómo estás a la vanguardia por tus clientes/fans, cómo respetas la tradición pero miras al futuro.
Bien comunicado, esto fortalece la marca. Y, seamos francos, ha generado toneladas de publicidad gratuita en forma de prensa hablando del tema (¿cuántos artículos has visto estos días sobre la “IA en Wimbledon”?). Cuando haces algo pionero, el mundo habla de ti — marketing en estado puro.
Eficiencia operativa (el detrás de escena):
Aunque de cara al público hablamos de experiencias geniales, no olvidemos que la IA también puede traer eficiencias internas.
- Automatizar los resúmenes o las narraciones libera al equipo humano para tareas más estratégicas o creativas.
- Quitar los jueces de línea quizá fue polémico, pero significa que no habrá más discusiones por errores humanos en ese aspecto y se agiliza el juego.
- En marketing y organización, muchas tareas repetitivas (responder FAQs de espectadores, generar subtítulos, clasificar toneladas de videos/fotos del evento) se pueden delegar a sistemas inteligentes.
Esto reduce costes y errores, algo que cualquier organización valora. Menos tiempo en tareas mecánicas, más tiempo en pensar la próxima gran idea. Al final, la IA bien utilizada no sustituye el trabajo humano estratégico, sino que lo potencia al quitarle cargas operativas.
No sé tú, pero todo este tema me tiene emocionada. Wimbledon nos está dando un vistazo al futuro de los eventos en la era de la inteligencia artificial. Y la gran conclusión aquí es que la IA no viene a quitarle la magia o la emoción al deporte (o al entretenimiento), sino a amplificarla con nuevas capas de información y participación.
Para los que hacemos marketing, es hora de tomar nota: las audiencias de hoy quieren vivir los eventos de forma más activa, más personalizada, más profunda. La tecnología lo hace posible, pero depende de nosotros usarla con creatividad y sentido.
Wimbledon ya realizó el saque inicial en este partido de innovación. Ahora la pelota está en nuestro tejado.
¿Estamos preparados para responder con nuestras propias estrategias de marketing apoyadas en IA? Yo diría que es el momento de calentar motores (o algoritmos) y salir a la pista.
La ventaja competitiva irá para quienes encuentren ese equilibrio entre entender a su público, apoyarse en la IA y seguir ofreciendo experiencias memorables. Como en el buen tenis, se trata de combinar técnica y pasión. ¡Game, set, match para la innovación!